
Intercambios a México
Durante mis estudios, fui a una escuela secundaria internacional en Luynes. En este establecimiento, privilegió los intercambios entre diferentes países para descubrir nuevas culturas y consolidar o incluso aprender un nuevo idioma.

Durante mi segundo año, se organizó un viaje de idiomas a México para los voluntarios. Solo había hecho 3 años de español antes pero era un idioma que me gustaba mucho y tenía muchas ganas de irme para mejorarlo así como descubrir una nueva cultura y forma de vida al otro lado del mundo.
Durante un mes tuve una corresponsal mexicana que vino a nuestra casa, que se llevó los cursos conmigo, y que ya me ha introducido algo de su cocina al traernos especialidades de su país.
En junio de 2017 partimos hacia Puebla a tres horas de la capital México después de largas horas de vuelos y una escala en Ámsterdam.
La primera impresión fue mágica con la amabilidad de su familia que me recibió como a su propia hija, con pancartas a mi imagen y regalos por todas partes.

Tomé clases con ella durante 2 meses. También teníamos trabajo opcional que hacer como ellos en la escuela y así practicar más español, lo cual hice con mucho gusto. Realmente me sentí como ellos.
Desde descubrimientos a descubrimientos visitando las pirámides de Cholula, los pequeños pueblos de los alrededores, los mercados y por supuesto las especialidades culinarias (a menudo muy picantes) como el Mole Poblano, que es un plato salado y picante hecho de chocolate, carne y maní.
Y finalmente la famosa quinceañera, la magnífica y muy importante fiesta para todos los jóvenes a sus 15 años que marca el paso de la niñez a la condición de mujer, a la que fui invitada para compartir este momento único.
Gracias a este privilegio único de irme, he crecido enormemente y he aprendido mucho sobre mí y sobre los demás. Pude mejorar mi español y hacer encuentros únicos con los que todavía tengo contacto regular hasta el día de hoy. Pude aprender una nueva cultura y abrir mi mente al mundo, me dio mucho.